Excusas.

<<Todos tenemos nuestra excusa, ¿cuál es la suya?>>
Hace años cuando entré a trabajar a la empresa que me había seleccionado, ¡que tiempos aquellos!, tuve que dirigir mis pasos al despacho del departamento de recursos humanos de dicha empresa. Cuando entré en el despacho para firmar el contrato, dar mi número de seguridad social y demás fotocopias al uso, al fondo del despacho, detrás de la mesa de la secretaría que me estaba atendiendo a las mil maravillas, no recuerdo su nombre, había un encerado colgado en la pared con la frase escrita que encabeza esta entrada y esa frase permaneció ahí hasta el día que me echaron, la crisis económica de 2.008. Por comentar, fue la última empresa para la que trabajé hace años y no tengo ni la más mínima queja de ellos, tuvieron que prescindir de la mitad de la plantilla y sé que siguen funcionando, me alegro por ellos, de verdad.
Volviendo al tema que me voy por las ramas, esta frase se me quedó grabada a fuego en mi mente y siempre la…
Hace años cuando entré a trabajar a la empresa que me había seleccionado, ¡que tiempos aquellos!, tuve que dirigir mis pasos al despacho del departamento de recursos humanos de dicha empresa. Cuando entré en el despacho para firmar el contrato, dar mi número de seguridad social y demás fotocopias al uso, al fondo del despacho, detrás de la mesa de la secretaría que me estaba atendiendo a las mil maravillas, no recuerdo su nombre, había un encerado colgado en la pared con la frase escrita que encabeza esta entrada y esa frase permaneció ahí hasta el día que me echaron, la crisis económica de 2.008. Por comentar, fue la última empresa para la que trabajé hace años y no tengo ni la más mínima queja de ellos, tuvieron que prescindir de la mitad de la plantilla y sé que siguen funcionando, me alegro por ellos, de verdad.
Volviendo al tema que me voy por las ramas, esta frase se me quedó grabada a fuego en mi mente y siempre la…