La mentira.

¿POR QUÉ MENTIMOS?
La mentira se puede definir como la falta de verdad a un hecho o a una circunstancia que se sabe que ha ocurrido, también se puede definir como la falta a la verdad siendo totalmente conscientes de esa verdad. La mentira abarca todos los ámbitos de la vida de una persona, familiar, profesional, sentimental y puede llegar a ser doloroso para la persona engañada porque de eso trata la mentira del engaño. Las mentiras afectan al ser humano que las realiza y a su entorno ya que se está dando una información totalmente falsa que puede llevar a equívocos. No entro en mentiras de estado, religiosas, científicas, eso es otra cuestión.

El ser humano miente para sacar ventaja en algo o para aprovecharse de algo o alguien, engañando a los que le rodean pretende sacar partido a una situación que puede que sea ventajosa para él,  la mayor parte de las veces no importa lo que piensen los demás, la mentira se convierte en una arma que ha de ser usada para sus fines. El problema de la mentira es que se puede encadenar una mentira tras otra formando un conglomerado de falsedades que puede llegar a formar una situación rocambolesca donde nadie sabe a que atenerse.

Una persona puede mentir en cualquier situación de su vida y por cualquier circunstancia. Hay distintas clases de mentiras, existen mentiras personales que afectan a la imagen que difunde esa persona de si mismo sin afectar demasiado a los demás, es sabido y conocido por todos que dependiendo de las épocas y los usos de la sociedad en cuestión ciertas personas se ven obligadas a mentir, homosexualidad, embarazos no deseados, religión, política, incluso conocimientos científicos, son mentiras realizadas para la supervivencia del individuo, puede que incluso estén justificadas, al fin y al cabo todos tenemos instinto de supervivencia. A partir de aquí ya empiezan las mentiras para mejorar la situación personal y aprovecharse de algo o alguien, se difunde una situación social que no es la correcta, una imagen laboral que no es la exacta o una estado personal que no es el idóneo. Se da una imagen totalmente falsa de si mismo para sacar ventaja y aprovecharse de ello. Otra mentira que se suele añadir a esta es la falsa información que se da de terceras personas para confundir a los demás, esta situación va desde el cotilleo hasta el escarnio público. Estas dos últimas clases de mentiras suelen venir juntas.

Tengo entendido que la peor de las mentiras es la mentira sentimental, la que hace referencia a ese sentimiento que te dice que tiene alguien por ti, generalmente amor, pero que resulta ser totalmente falso. Esta clase de personas buscan una clara ventaja en relación a su situación profesional o económica, auténticos buitres que solo miran por si mismos sin ser conscientes del daño que hacen. Nunca me he visto en esta situación, ni he mentido ni me han mentido pero las personas engañadas que pasan por ese trance lo pasan muy mal, el mentiroso no.

Por cierto, no confundir la mentira con el sentirse engañado, no es lo mismo, una cosa son las falsas ilusiones que nos podemos hacer por las razones que sean y alterar nuestra percepción de lo que nos creemos, puede que no nos mientan pero nos engañamos a nosotros mismos.

EL MENTIROSO.
Esa es otra de las cuestiones, el mentiroso. Tenemos personas que alcanzando su objetivo no les importa en que situación queda todo, hay otros que se arrepienten pero el daño queda hecho, respecto a los primeros creo que deben tener una gran antipatía por el ser humano y no tener en cuenta para nada los sentimientos de los demás, para mi estas personas deben de mirarse su salud mental.

El mentiroso compulsivo, no me refiero a la película, es otro caso curioso de persona que miente constantemente y además lo sabe disimular muy bien. Personas que te cuentan una historia que resulta ser totalmente falsa sin alterarse para nada el rictus facial, conozco personalmente a dos elementos que viven así, llevado al extremo puede ser bastante peligroso para la convivencia.

Mentir, lo que se dice mentir, todos mentimos o lo hemos hecho en algún momento de nuestra vida, yo también, pero no son mentiras demasiado crueles o pérfidas ni sostenibles en el tiempo, a parte que se me queda cargo de conciencia y siempre me acaban cazando, nunca he entendido el porque me pillan debe de ser algún defecto de fábrica. La cara de tonto que me queda es todo un poema, también la situación no es cómoda y recuperar la confianza de las personas que te rodean es complicada y larga si es que quieres mantener la confianza de los tuyos, claro. Como dice la frase "Se coge al mentiroso antes que al cojo".

Por cierto, ¿has mentido alguna vez?. Ya sabes miénteme un poco.

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