Hablar entre líneas.

Agua azul.

Hablar entre líneas es la forma más subliminal de comunicación que tenemos. Muchas veces no es necesario decir lo que se piensa claramente, solamente con insinuar lo que se quiere decir es más que suficiente. Lo curiosos de todo esto es cuándo se habla del mismo tema con varias personas y todas, he dicho todas, de alguna manera te dicen lo mismo sin decir las palabras pertinentes. Eso quiere decir que algo está pasando. Cada persona a su manera te deja caer lo que piensa, tan solo es cuestión de estar atento.

Que te digan las verdades a la cara no suele gustar a nadie, ésto último lo llamo el lenguaje directo. Puede ser por múltiples circunstancias, porque nos engañamos a nosotros mismos, porque no nos gusta la persona que nos lo dice, porque no es el momento … en fin, cada cuál tiene sus motivos, pero por regla general no nos gusta que nos digan las verdades a la cara. Así qué lo que se suele hacer, más bien decir, son comentarios indirectos sobre el asunto del que se habla para no ofender demasiado.

Todo esto lo comento por el estado de salud de mi padre. Hemos realizado el tercer ingreso en el hospital en los últimos nueve meses. Ha llegado mucho peor en esta ocasión que en las anteriores. Esta última vez tuve la impresión de que se moría, se lo llevaron moribundo en la ambulancia al hospital. Consiguió llegar y logró remontar, lo que ocurre es que ya está muy debilitado y deteriorado. Cada día más delgado y con más pérdida de masa muscular. Demasiadas veces ha pasado ya la señora de la guadaña por nuestra casa queriéndoselo llevar, y de momento se ha ido todas las veces de vacío. He de decir que mi padre posee una fortaleza impresionante, aunque la voluntad de lucha le falle siempre.

Comentando e informando del estado de salud de mi padre con amigos y familiares todos sin decirme las cosas a las claras me dejan caer la misma opinión. Son muchos años en los que tu padre lleva enfermo, ya va siendo hora de que tú y sobre todo tu madre descanséis. No me dicen directamente que se muera, pero el comentario lo dejan caer entre líneas. Es un comentario que no me gusta que me lo digan, siempre hay que luchar para salir adelante aunque en esta ocasión creo muy bien cuál va a ser el final del trayecto. Lo que no se sabe es cuándo ni dónde acaba el trayecto, esa es la pimienta de la vida. Sé que es muy duro tener un padre enfermo, pero no nos queda otra que luchar por él y por nosotros. Entiendo los comentarios de todos, y de verdad que no me enfado con nadie, pero hago oídos sordos y continuo con la lucha. No me queda otra.

Poco después de acabar de escribir esta entrada le dieron el alta. Pasó unos catorce días en el hospital, y ahora los comentarios son de otro tipo. Nadie dice las cosas a las claras, pero comentan otras cosas. Llevarle a una residencia, cuidaros vosotros más que él, haber cuándo descansáis ya del todo. En fin, que la gente cambia de discurso rápidamente dependiendo de las circunstancias, es lo que hay.

Entrada cortita, cuándo hay preocupaciones no hay tiempo para expandirse escribiendo mucho. Un saludo a todos y hasta la siguiente entrada.

Lo más visto del mes