Somos humanos.

Plancton bioluminiscente y un cielo estrellado en Jervis Bay, Australia.

Hoy en día en el mal llamado primer mundo el avance tecnológico es tremendo, de hecho se están generando una serie de nuevas tecnologías, 5G, 6G, pantallas 4k o algo así, para las que todavía no se han llegado a fabricar aparatos, televisores, portátiles y demás. Esto era lo que muchos pensadores y sociólogos pensaban que iba a llegar, de hecho ha llegado ya, la tecnología nos empieza a superar. Es tal el avance de los aparatos en este mundo que ya es casi imposible seguir el ritmo si queremos encontrar algo que nos sea útil. Rectifico, ya hay móviles en el mercado que soportan tecnología 5G, esto es un no parar. Cada vez mejores y más rápidos, con más capacidad, mejor imagen … Nos rodeamos de una amplia tecnología pensando que somos mejores que nuestros mayores simplemente por el mero hecho de tener toda esa tecnología a nuestra disposición. Nos creemos más inteligentes que los que no tienen esto cuándo en realidad esto no es así.

Se han realizado unos estudios que nos dicen que el ser humano a nivel metal está retrocediendo por el uso de tanta tecnología. Ciertos cálculos aritméticos sencillos somos incapaces de realizar en un mínimo de tiempo sin ayuda de una calculadora, antes guardábamos en la memoria de nuestra cabeza como entre veinte o treinta números de teléfono, ahora con el uso de los móviles creo que el que nuestro y poco más. No estoy de acuerdo con este retroceso, simplemente nuestro cerebro olvida lo que no usa y al no usar estos números de forma reiterativa nos olvidamos de ellos. Nos hemos vuelto más cómodos en todo. Por cierto, si se te pierde el móvil no solo no te acuerdas de ningún número de teléfono sino que simplemente, y a menos que alguien te preste el teléfono, no vas a poder llamar ya que no hay ni cabinas de teléfono por la calle, ni teléfonos en los bares para que puedas llamar con alguna moneda. Creo que nos apoyamos demasiado en algo que puede fallar, alguna vez ha pasado aunque solo sea por unas horas. Pensemos lo que ocurriría si el fallo durase semanas, solo los que tenemos cierta edad podríamos sobrevivir. La verdad no somos tan distintos a los humanos que poblaron este planeta hace cien mil años o hace doscientos, no es necesario irse tan lejos en el tiempo.

Como siempre la madre naturaleza nos pone a todos en nuestro sitio y nos enseña cuál frágiles somos los humanos y la vida humana. Porque como está quedando demostrado no nos diferenciamos en nada de nuestros ancestros, simplemente seguimos teniendo sus mismos miedos y eso lo estamos viendo con esa nueva enfermedad proveniente de China, el coronavirus. A pesar de nuestra tecnología, de nuestra filosofía, moral, y demás zarandajas, el miedo a las enfermedades virales nos atenaza como antaño atenazó La Peste Bubónica a todo el mundo o como más recientemente, hace cien años, atenazó la mal llamada gripe española. Solo hay que ver las medidas de seguridad que se toman en los aeropuertos a los vuelos provenientes de China, y de la zona de la infección.

Se aísla a personas provenientes del foco de la infección pasando la cuarentena en hospitales como cualquier paciente infeccioso. Las zonas afectadas en China, que son varias, la paralización de la vida es total, la gente permanecen en sus casas aislada para evitar contagios, se prohíben las grandes aglomeraciones de personas en la calle y si tienes que formar colas debes de tener una separación de unos dos metros con los demás, el uso de mascarilla es obligatorio. Ciertas personas que han dado positivo en los controles del virus permanecen absolutamente aisladas en celdas donde tan solo hay una rendija para tomar ciertas las muestras médicas pertinentes. Hay que decir que cierto personal sanitario, médicos, enfermeras, ha fallecido en China por el contagio del virus. No hay que tomarse a broma ninguna enfermedad por supuesto, pero tan solo me centro en la reacción humana que tenemos hoy en día no tan distinta a la de otras épocas.

Tendemos a razonar que por el hecho de tener luz eléctrica, agua corriente y/o un sanitario no actuamos como nuestros ancestros. Pienso que somos tan humanos como ellos aunque seamos más conscientes del mundo que nos rodea. Se suele decir que nuestros antepasados eran muy supersticiosos, no lo creo, sencillamente no tenían la acumulación de historia y ciencia que tenemos nosotros y para explicar lo que sucedía se basaban en mitología, cuantos y leyendas. Los verdaderos supersticiosos somos nosotros que a pesar de todo lo que hemos avanzado seguimos creyendo en energías y amuletos.

La fragilidad humana está ahí aunque en el primer mundo la hallamos olvidado, ciertos accidentes vienen causados precisamente por nuestra falta de empatía y consciencia con el medio que tenemos.  Los ahogamientos en playas y piscinas, selfies absurdos y estúpidos, personas que se graban cuando conducen motos o coches a grandes velocidades por autopistas. Todo esto es estupidez humana que no ocurría anteriormente, para que luego nos llevemos las manos a la cabeza por otros hechos peores. Desconozco si somos más listos o menos listos que nuestros antepasados, pero si tengo muy claro que somos tan humanos como ellos, con los mismos defectos y los mismos miedos.

Hasta aquí la entrada de hoy. Saludos a todos.

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