Rettuitea que algo queda.

Entré como cualquier tarde a un local de copas cuando observé que una de las dos camareras, solo estaba una esa tarde, me observaba con cara de preocupación. Le pedí lo de siempre: <<Una cervecita por favor. ¿Qué te pasa? ¿A qué viene esa cara desencajada?>>, pregunté. <<Mira en Twitter lo que ponen de nosotras>>, me comentó con voz de angustia. Mientras bebía un primer sorbo de mi cerveza cogí el smart y lo encendí, entré en Twitter y empecé a buscar y no tardé en hallar el tuit de marras.

Distintas redes sociales.
Era un tuit como otro cualquiera de un anónimo cualquiera, pues resulta que según el personaje en cuestión el día anterior entró en el local a tomar unos potes, como comúnmente se dice por estos lares. Él se dirigió a la camarera que estaba en ese momento en el local en Euskera*, un idioma que se habla en el País Vasco, cuando y de muy mala manera la camarera que le atendía le respondió que en ese local solo se hablaba en castellano y que se podía ir con todo lo que decía a otro lado, todo ello escrito muy políticamente correcto como se escribe hoy en día según la versión del tuitero, claro. Lo siguiente que vi a continuación fue asombroso, la cascada de comentarios en favor del personaje que tuiteaba  fue incesante, los retuits llegaron a mil, los comentarios en contra de la camarera también fueron continuos. No voy a comentar lo que se decía pero era bastante lamentable, no entro en más detalles para mantener en anonimato al tuitero y al local.

Yo dentro de mis conocimientos y experiencia en estos temas la fui tranquilizando diciéndola que el tema no iba a ir a mayores, que no iba a haber ningún boicot, no iban a venir a hacerlas nada, tampoco las iban a linchar que el tema pasaría y se olvidaría todo. Al fin y al cabo los que estaban dando comba al asunto eran personas que no iban a venir aquí y que tan solo eran de la cuerda del tuitero en cuestión. La mujer seguía preocupada, se sentó en un taburete a mi lado y la fui enseñando los comentarios, ellas no son de redes sociales así que no sabían como encajar el asunto. La fui comentando algún que otro tuit para ir quitando hierro al asunto y la mujer poco a poco se fue tranquilizando también la di unos consejos de lo que se debe de hacer en estos casos. Por desgracia estaba equivocado, energúmenos hay en todas partes y cobardes también, días después pegaron papeles en la fachada y la persiana y ciertas personas aparecieron insultando ... 

Naturalmente que al tener cierta confianza con las camareras al día siguiente estuve charlando con la otra camarera que según el tuitero provocó el incidente. La versión que ella me dio de los hechos era totalmente diferente a la del tuit. También estaba preocupada y la pobre mujer temblaba, resumiendo lo que ella me contó fue que con buenas maneras y muy educada le dijo al personaje que le hablara castellano ya que ella no sabía hablar Euskera con la consiguiente bronca por parte de él, se enzarzaron en una discusión que se saldó con la marcha con muy malas maneras del hombre del local, ella no le dio más importancia al asunto. Hasta aquí es lo que sé, que cada uno saque sus propias conclusiones yo he buscado la versión que falta. La pobre mujer con los ojos humedecidos me estaba contando la historia y que por qué no la pedían la versión de los hechos. La explique lo mismo que el día anterior expliqué a su compañera y lo que ocurre con las redes sociales donde la gente cree a pies juntillas dando absoluta veracidad a cierta clase de historias sin comprobar si lo que cuentan es cierto con el consiguiente daño a la persona o grupo de personas. Luego las dije que este nerviosismo pasaría con el paso de los días y que no había nada más que hacer, continuar trabajando y olvidar el tema.

Con la experiencia que tengo en redes sociales las di unos pequeños consejos como por ejemplo no entrar a saco en el asunto con comentarios suyos ni de ninguna persona cercana a ellas ya que lo único que iban a conseguir era que la bola aumentase de tamaño. Podían leer lo que se decía pero sin entrar en ello, además las razoné que algunos comentarios no venían a cuento, que no servían para nada, la cantidad de tonterías sin sentido que podían decir y que casi todo lo comentado era de la cuerda del personaje en cuestión. El problema de las las redes sociales es que no discrimina el contenido, se realiza tal cantidad de comentarios y punto. Seguí con mi charla didáctica y apenas se tranquilizaron, algo normal cuando te pasa ésto por primera vez. Me dieron las gracias y sé que con el paso de los días el asunto quedará olvidado. Pues me volví a equivocar, la vida te da unas lecciones que ni te esperas y luego nos creemos que podemos dar consejos por ahí, ¡que confundidos estamos! No somos nada ni nadie, sigo ...

Pasando lo días me volví a interesar por como estaban, algo más tranquilas me volvieron a dar las gracias por los consejos dados y me comentaron lo que hicieron. La solución de estas mujeres ha sido drástica pero me parece que correcta y efectiva, cogieron las dos y con su jefe se dirigieron a la comisaria de la Ertzaintza** (Policia) a poner una denuncia por incitación al odio contra dicho personaje. Menuda enseñanza tan simple y efectiva me han demostrados las dos mujeres. Que quede claro para todos aquellos y aquellas que levantan bulos en Internet, ésto no sale gratis.

Antes se decía <<Difama que algo queda>>, ahora yo digo: <<Rettuitea que algo queda>>. Al fin y al cabo las redes sociales pueden ser una gran herramienta de trabajo pero también son un pozo de mentiras, calumnias, difamaciones, corbardía y anonimato donde personas sin el más mínimo escrúpulo mienten y desinforman sobre ciertos hechos para que luego otras personas sin el más mínimo rigor retuiteen y comenten unos hechos que no comprueban si fueron ciertos dando pábulo a mensajes que no tienen otro fin más que dañar o menospreciar el trabajo de otras personas. Cosas como estas hay muchas por Internet, por desgracia es algo con lo que tenemos que lidiar a diario los que estamos en redes sociales, lo que les ha pasado a estas dos mujeres sucede muy a menudo. 

Esto es lo que me encuentro, las redes sociales se han metido en nuestras vidas para bien o para mal.  Que esta pequeña entrada nos sirva de ejemplo a todos no solo por el daño que podemos causar sino también por las causas penales que pueda llevar.

Un saludo a todos y cuidado con lo que comentáis.

* El Euskera o Vascuence es un idioma que se habla en el País Vasco, Navarra y Francia en la región de lo pirineos atlánticos desde tiempo ancestral, se desconoce cuál es el origen de este idioma. El problema que existe con todo este asunto es que es un tema con un gran componente político y que aquí hace levantar ampollas y ciertos personajes aprovechando que el Nervión pasa por Bilbao aprovechan la ocasión para llevarse sus cinco minutos de fama, ¡que triste!
** Ertzainta (pronunciado erchaincha). Cuerpo policial autonómico vasco.

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