Incertidumbres

Parece ser que la pandemia retrocede, por lo menos en lo que respecta a Europa así está ocurriendo. A pesar de ello existen distintos rebrotes que hacen que te entre la angustia en el cuerpo. Por el resto del mundo parece que anda parecido, poco a poco el bicho deja de hacer de las suyas. Ahora los científicos se preguntan cómo quedará la covid, no saben si será una enfermedad estacional o por el contrario quedará como una enfermedad respiratoria para todo el año, veremos. Lo que nos queda ahora son una serie de incertidumbres, o una sola incertidumbre, ya que todo el sistema montado en los últimos treinta años ha quedado más que tocado.

El futuro es oscuro como la entrada a este cementerio

Parece increíble que una simple enfermedad halla hecho saltar por las costuras a toda la economía y el sistema en el que nos movemos a nivel mundial. La cadena de producción de bienes, cualesquiera que sean, a quedado rota. La explicación es sencilla, no ha habido demanda de productos por los confinamientos luego las fabricas han dejado de producir; como las fabricas no producen no hay demanda de materiales ni de materias primas luego ha bajado la extracción y producción de estas. Ahora que todo se ha vuelto a activar y que se vuelven a niveles pre pandemia resulta que no tenemos stocks, almacenaje, en todos los productos tanto los elaborados como las materias primas, y nos encontramos sin envases de plástico o de cristal para llevar los productos a los supermercados. Cierto desabastecimiento empieza a dejarse notar en ciertas fábricas de suministro a distintos niveles; las empresas de automoción dejan de trabajar por falta de chips, los bares no pueden tener los licores que les interesa por falta de material en las fabricas, los juguetes para navidades lo mismo, y así con todo.

El panorama que ha quedado es como un escenario bélico, cuando la guerra acaba queda todo destruido, nada funciona, hay que reconstruir, todo está paralizado, lo mismo que ahora con la diferencia que las fábricas no están destruidas simplemente desabastecidas. Tenemos que iniciar la cadena de nuevo y eso llevará tiempo. También la confianza entre nosotros a nivel humano debe de volver, quiero decir que debemos de empezar a arrimarnos lo unos a los otros sin miedo a ningún contagio y dejar de tener tanto temor por las aglomeraciones. La crisis de la energía es otro asunto que quizás lo trate en otra entrada.

En España tenemos un volcán que ha entrado en erupción situado en la isla de La Palma, archipiélago de Gran Canaria. Hacia casi cincuenta años que no teníamos erupciones volcánicas en suelo español. La erupción ha arrasado con distintas poblaciones dejando a muchas familias, más de mil, en la calle y dejando su trabajo también arrasado, las plantaciones de plataneras de las que vivían ya no existen. Añadir que esa zona de lava ha quedado inservible para los siguientes como mínimo cinco años, sin es que se puede hacer algo, claro. Han pasado más de cuarenta días y sigue activo con una gran violencia. Los lugareños de la isla de La Palma se han quedado sin casa y sin sustento, a todos esto una serie de temblores sísmicos repartido por la península ibérica han añadido más temor todavía.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial Europa ha vivido un plácido sueño que nos ha llevado a una sociedad bastante débil y timorata, se tiene miedo a todo y por todo. Lo que antes eran auténticas certidumbres y seguridades en menos de dos años se han convertido en un viaje que no sabemos muy bien a dónde nos lleva. Debemos de cambiar de mentalidades y pensar que la vida ha sido lo de siempre un camino sin evidencias, lleno de incertidumbres, miedos e injusticias. La historia de Europa está repleta de guerras, enfermedades, terremotos, desastres medioambientales, injusticias, pero esta vieja Europa que con paso firme se está convirtiendo en una Europa de viejos lo hemos olvidado, debemos de recordarlo. Como decían a los generales romanos cuando desfilaban por Roma después de sus victorias, recuerda que solo eres un hombre.

Con la certidumbre de que os volveré a escribir me despido hasta la siguiente entrada. Un saludo y hasta la pronto, cuidaros.

En Bilbao a dos de noviembre de 2021.

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