De cabeza y sin frenos

Así estamos en este pequeño punto azul del universo, de cabeza y sin frenos. ¿Qué por qué lo digo? Muy sencillo, solo hay que ver como se están disparando los conflictos armados en el planeta para darnos cuenta que la situación internacional cada vez va a peor. Seguimos con el conflicto armado entre Rusia y Ucrania del que ha pasado ya dos años y lo que queda. Hace menos de seis meses Israel ataca la franja de Gaza generando otro conflicto armado del que como siempre es la población civil quién más lo sufre. Hace pocas semanas la propia Israel ataca Damasco provocando la reacción de Irán y la respuesta defensiva de Israel. Otro protagonista más y muy peligroso para la situación tan caótica que siempre ha vivido lo que denominamos Oriente Medio, en estos momentos se espera el más que probable contra ataque israelí. Los organismos internacionales se han visto obligados a pedir mesura y tranquilidad, los aliados de unos y otros dan razones a los suyos y en contra de los otros, y así estamos. España como siempre se encuentra en esa confusión de no saber de qué parte tomar y qué decir. Este es el clásico desconocimiento español que tanto arrastramos desde hace décadas.

Flores en primavera

No voy a decir quién o no quién tiene razón, no es mi cometido, para eso hay grandes expertos en esta materia que harán las delicias de aquellos que quieran saber. Solo quiero decir que la situación va empeorando año tras año, que las posturas son insostenibles y que si estos conflictos se mantienen en el tiempo o incluso se suman alguno más, que seguro que están esperando su oportunidad, el mundo se puede ver abocado a una guerra mundial y para mi opinión no estamos ni por asomo preparados, ni en Europa ni en ningún lugar del mundo. 

Existen otras opiniones de que no caeremos nunca en un conflicto bélico mundial por las razones que dan. La verdad es que nadie sabe lo que va a pasar, obvio, pero si echamos la vista atrás en la mayoría de los conflictos bélicos modernos nadie se esperaba lo que iba a pasar y acabó pasando, las dos Guerras Mundiales; las guerras civiles de España y Yugoslavia; Guerras de Irak y así podría continuar. Cuando se invoca la guerra se sabe cuándo y cómo comienza, pero nadie sabe cuándo y cómo se acaba. Es muy peligroso y sobre todo con el mundo tan complejo que tenemos a nivel económico.

Si estalla un conflicto mundial lo que tengo claro es que no estamos preparados para ello. No creo que los hombres y mujeres de Europa vayan en masa a alistarse como ocurría antaño, no nos han educado para eso, no. Y para formar un ejercito se necesitan soldados experimentados, hoy a la guerra no mandan al hombre al que se le da un fusil y hace de carne de cañón como antaño. El soldado profesional de hoy en día es un experto en su trabajo ya que todo está altamente tecnificado y para más INRI no tenemos una economía de guerra, ni siquiera tenemos fábricas que produzcan el armamento necesario para una guerra moderna. Ya vanos tarde. 

Mientras tanto la vida sigue, la primavera ha llegado con sus alergias y buenas temperaturas. Todos seguimos viviendo y avanzando en esta vida como debe de ser. La esperanza nunca se pierde.

Un saludo desde Bilbao y hasta la siguiente, gracias a todos por vuestros comentarios y seguimientos. 

Bilbao, 17 de abril del 2024.

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