Realidad vs ficción.

La nave estelar USS Enterprise de Star Treck.


A lo largo de mi vida he visto numerosas películas o leído ciertas novelas que nos muestran un mundo futuro utópico/distópico, depende del enfoque que cada uno le de al asunto, que nos parece muy alejado del mundo actual. La novela “1984” de Orwell es un claro ejemplo de ello, pero lo que no nos muestran estas novelas es de el cómo o el por qué de las causas por las cuales las sociedades que ahí se describen llegan a esa situación. Otras novelas hablan de pandemias que casi aniquilan la raza humana, he visto unas cuantas, pero ninguna de ellas llegan a explicar como se puede expandir una epidemia a lo largo del planeta. Curiosamente lo estamos viviendo ahora. La ficción aborda muchos de estos temas, unos con más acierto que otros, pero como siempre la realidad supera a la ficción.

Todo esto lo estamos viendo con una enfermedad como el coronavirus, una enfermedad que la podemos definir como una gripe bastante fuerte que se lleva por delante a los más débiles, más o menos. Poco a poco la enfermedad se va expandiendo por el planeta, este mundo globalizado con sus enormes vías de comunicación hace que lo que intentamos realizar para mitigar el impacto del virus sea casi inútil. No se pueden poner puertas al campo o al mar, o si no, hablemos de los muertos sufridos por la peste bubónica que para nada tenían nuestros medios de comunicación. Una enfermedad que se acabó expandiendo por todo el planeta causando una mortandad media del 20%, en ciertos sitios fue del 30% 

Hay transatlánticos parados en distintos puertos porque hay pasajeros enfermos en la nao, y por lo tanto todos son sospechosos de la enfermedad. No les dejan bajar a puerto en un vano intento de evitar contagios, un hotel en la isla de Tenerife está cerrado con sus clientes dentro porque una persona a dado positivo en los test del virus. Existen más casos de aislamiento total, lo comento porque no recuerdo en ninguna película de este tipo que esto ocurriese de esta manera. En esas películas la enfermedad en cuestión se extendía no se sabe muy bien por qué, pero avanzaba imparable. Ahora lo vemos, vivimos en una época dónde somos conscientes de todo lo que nos ocurre. Tenemos historia, comunicación, somos conscientes de nosotros mismos.

Volviendo al Gran hermano de Orwell, la novela describía unas cámaras situadas en todas partes que controlaban todos los movimientos de los ciudadanos. Ahora también ocurre, pero las llevamos en nuestro bolsillo. Lo hacemos todo nosotros voluntariamente y además luego lo exponemos públicamente en redes sociales. La realidad vuelve a superar a la ficción. Ninguna novela o película habla de esa red global que es Internet, es curioso y desconozco los motivos, pero ningún escritor llegó a atisbar esa red de redes que nos engloba y engulle. Los viajes interestelares están muy lejos, eso parece, pero cuándo eso ocurra los que vivan esos momentos se reirán de las series, películas y novelas que hayan visto o leído a lo largo de la historia, si es que llega alguna. Los zombis son otra de las modas que han llegado hace poco, comparar a los zombis con seres humanos enfermos es algo que a mi siempre me gusta hacer. El paralelismo entre zombis y sociedades actuales es bastante claro.

Todo esto descrito me lleva a pensar en los roles de las películas. Los “malos” son personas por lo general con alguna deformidad, atormentadas, siempre oscuras; los “buenos” por el contrario son personas inmaculadas, bellas, tienen una moral por encima de todo. Todo esto por supuesto está fuera de la realidad, cualquier persona puede realizar actos deleznables independientemente de su aspecto. Existen auténticos demonios disfrazados de ángeles, y además todos los hechos perversos descritos en el cine ocurren en lugares sórdidos, de noche, con grandes tormentas, oscuridad, frio. Así nos lo muestra el cine moderno y así nos lo creemos, pero hubo un hecho real que me indicó lo contrario. Fue aquel tsunami que se produjo en el año 2004 en el Océano Índico destrozando la costa y generando cuantiosos daños personales y materiales. Pues en una entrevista uno de los supervivientes comentó que el día que llegó la gran hola era radiante, con un magnífico sol y un gran cielo azul. Nadie se esperaba eso, no caían chuzos de punta ni había una gran tormenta con aparato eléctrico. Estamos muy supeditados o engañados por lo que nos muestra el cine, supongo que todo esto se realiza para obtener taquilla.

La ciencia ficción en cualquiera de sus vertientes, cine, relato, novela, siempre nos describe un mundo que está por llegar, pero que nunca nos dice cómo llega. Siempre estos relatos se quedan cortos ya que la realidad de la vida humana es mucho más compleja que tan solo como mucho veinte protagonistas. Tengo que añadir además que los protagonistas están idealizados por actores y actrices de renombre, cuando en la realidad no son tan bellos y agraciados como llegamos a creer. Como se suele decir los santos en las iglesias, los demás somos simples seres humanos. Todo esto lo estamos viendo en asuntos actuales como enfermedades, guerras, contaminación, hambrunas, … gente sencilla que se ve desbordada por los acontecimientos. Como se suele decir la realidad supera la ficción ya que la primera siempre será más compleja que la segunda. Tener los pies en el suelo es fundamental para vivir hoy en día y diferenciar la ficción de lo real es básico para todo.

Esto es todo por hoy, un saludo a todos. Buen día.

Lo más visto del mes