Confinamiento IV.

La nueva normalidad.

No es un paisaje muy normal.

Hemos comenzado con lo que se denomina como la “nueva normalidad”. No entiendo demasiado bien ese concepto de nueva ya que todos vamos a seguir haciendo lo mismo, o por lo menos lo vamos a intentar. Para ejemplo un botón, en cuanto se han abierto las fronteras entre provincias se ha marchado la gente en desbanda a sus lugares de veraneo allá en la playa o en el monte. No sé de dónde se sacan lo de la nueva normalidad, aquí de nuevo nada todo va a seguir igual.

A diario al salir a la calle me encuentro de todo, personas sin mascarilla y otros con ella. Yo siempre llevo alguna por si la necesito. La uso siempre en lugares cerrados, bares, supermercados, mercados o en sitios abiertos en dónde por alguna circunstancia se apelotona mucha gente manteniendo siempre la distancia de seguridad. Escucho lo que comentan los paisanos y algunos no sé creen ni una palabra de lo que se dice, van por la vida haciendo lo que les da la gana. Veremos lo que ocurre las siguientes semanas.

El impacto económico de esta pandemia a nivel mundial ha sido de espanto. Agencias de viajes, líneas aéreas, compañías navales, han tenido que parar sus actividades y aparcar sus vehículos hasta nuevo aviso ya que por lo visto el nuevo arranque va para largo. Otras aprovechando el momento vírico han decidido cerrar la actividad y marcharse a otros lugares. Todavía el virus amenaza y seguramente se producirán nuevos brotes de la enfermedad, una segunda o tercera oleada se espera. Todo esto se acabará cuando todos estemos inmunizados o halla una vacuna o tratamiento. Están pensando en trasladar parte de la producción de Asía a otros lugares ya que más del ochenta por ciento de la producción mundial se realiza en ese continente. Estos cabezas pensantes se han dado cuenta que si todo lo que ocurre allí se derrumba el mundo se derrumba con ello, por lo visto tienen que pasar estas cosas para que se den cuenta. Luego hacen libros o exposiciones sobre el liderazgo, son todos unos saca cuartos.

Según me informo parece ser que van a cambiar bastantes cosas en el modelo económico que nos hemos montado desde el año 2000, o eso es lo que dicen. Este virus nos ha frenado en seco dejando al aire nuestras vergüenzas y nuestras limitaciones como seres vivos de carne y hueso que somos. Las pandemias y los desastres naturales siempre han sido utilizadas para agitar el árbol de la ignorancia, hasta hace escasos 150 años las religiones han utilizado estos hechos para meternos el miedo en el cuerpo en forma de castigo divino, todavía lo siguen haciendo aunque la ciencia les ha comido casi todo el terreno. Aún así hay personas que ocupando puestos de gran renombre sueltan por esa boquita que Dios les ha dado toda clase de imprecaciones, toda su misoginia, racismo e ignorancia, echando las culpas a quién no se debe.

La última estupidez es la de las nuevas vacunas con las que  que nos inocularán toda clase de micro chips para que nos controlen. No entiendo de dónde sacan estas tonterías. La nano tecnología es una de las ciencias del futuro todavía por desarrollar, se han hecho avances, pero no de ese calado. Todavía falta mucho. Observo con asombro y/o tristeza como ciertas personas con puestos de renombre en universidades o políticos son utilizados como plataforma para su verborrea particular, suelo pensar que acceden a esos puestos no por su valía sino por sus ideas y amiguismos.

Personalmente, aunque vallamos lentamente en la recuperación cuándo todo esto pase creo que volveremos a hacer lo de siempre. Volveremos a arrancar ese tren económico de alta velocidad que ahora hemos parado en seco, y hasta el siguiente frenazo como ocurrió anteriormente en el 2007. Ya van dos avisos que nos indican que esto no funciona así. El modelo económico debe ser de otro tipo, más sostenible en el tiempo. No sé que es eso, pero queda bien ¿verdad? Quizás la siguiente vez que ocurra algo similar simplemente acabemos cayendo por un barranco destrozándolo todo y derrumbando el mundo que conocemos, y ya ni tren ni nada. Veremos.

Nada más por hoy, hasta la siguiente. Saludos a todos.