No hay fiesta

 No, no tenemos fiesta, en esta clase de trabajo en el que uno trabaja desde casa los días festivos laborales no tienen sentido. Tan solo se siguen por el hecho de que todo el mundo cierra el negocio salvo hostelería y algún que otro comercio turístico. Lo comento por la semana que aquí nos toca vivir; el martes fue el día de la Constitución, 6 de diciembre; hoy 8 de diciembre la Inmaculada Concepción; como podéis observar son dos días festivos por distintos motivos. El puente que se ha formado esta semana es enorme, hay negocios que no abren en toda la semana, otros alternan. Y hablando de estos días, el primer día es festivo por temas políticos, mientras que el segundo es festivo por motivos religiosos, y eso que teóricamente vivimos en un país laico. Añado que estos días festivos en concreto son de índole nacional, también hay otros festivos que solo afectan a cada comunidad.

Marea

La mayoría de festivos que tenemos en este país son por motivos religiosos, los que más importan son Navidad y Semana Santa, marcado en rojo en cualquier calendario de la piel del toro. Tenemos festividades locales que no nacionales ya que solo se celebran en cada comunidad autónoma, pero casi todos son religiosos. Los grandes puentes son los que se esperan con mayor ansiedad por parte de casi todos, España es un país turístico incluso para nosotros mismos y estos días aunque sea en invierno, no solo hay playa también hay montaña, son aprovechados por todos.

Las vacaciones laborales que se centran principalmente en los meses de verano son también esperadas. Principalmente en agosto, no sé el motivo, el país prácticamente se paraliza y sin prácticamente. Aunque esto ha sido tendencia durante décadas desde hace algunos lustros hacia acá parece ser que la tendencia empieza a cambiar dividiendo las vacaciones en dos semanas de quince días. De una manera u otra la gente desconecta aunque prefiero personalmente el mes entero, con casi treinta días por delante desconectas de casi todo.

Desde que hace algunos años me dedico a esto el hecho de que en el calendario se pongan de rojo los festivos o esperemos por las ansiadas vacaciones ha perdido una importancia total. En este país soy un autónomo, es decir, un trabajador por cuenta propia, me pongo mi propio horario laboral y ya está. Trabajo incluso hoy que es fiesta y publico y comparto mis publicaciones. A parte que este trabajo es a tiempo completo o full-time, la inspiración viene cuando viene y hallá dónde te pille, inclusive en el cuarto de baño.

Los días de descanso o fiesta vienen con el ritmo del trabajo, pero no penséis que soy una máquina de laborar, de eso nada. Ya tuve que soltar el teclado en su día por estar más de tres años compartiendo y publicando noticias astronómicas todos los días, tiempos de G+, así que también he aprendido a descansar y desconectar de todo aunque hoy no toque. Ya tocará otro día. Los días de fiesta vienen de improviso y sin avisar, no planifico nada a excepción de ciertas fiestas como Navidad, año nuevo o Semana Santa dónde uno se deja llevar por la marea y para un poco en el que hacer diario. Festivos o no yo sigo dándole a la tecla, la excepción viene en los mese estivales donde creo que más por inercias mías del pasado suelto el teclado en agosto pudiéndolo soltar en otras épocas. Los humanos somos animales de costumbres y esa costumbre no se irá nunca.

Es todo por hoy, saludos a todos y hasta la siguiente.

Bilbao, 8 de diciembre del 2022.

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