Otra Navidad.

 Desde luego este año sí que la Navidad va a ser muy diferente a otros años. Debido a la pandemia y a las restricciones solo vamos a estar mi madre y yo, mi hermano y mis sobrinos se deben de quedar en su casa por las restricciones de movilidad que tenemos entre comunidades autónomas. Estoy escribiendo estas líneas el mismo día de Noche Buena y se nota muy poca gente por la calle, apenas hay animación no como en años pasados. Será la primera Navidad sin mi padre, desde luego se le extrañará mucho, pero como dicen en una película honremos a los que se han ido y regocigemosnos en el espíritu mientras estemos con vida en este mundo. Así debe de ser.

Tapiz navideño.

Estas son otra clase de navidades, no ha habido tanto trajín de un lado para otro en los comercios ni en los bares, ahora cierran antes. Tampoco nos hemos felicitado tanto la navidad como en otros años, el reducir los contactos directos es lo que tiene. No he notado tanta recarga de Navidad allá por dónde he ido estos días, escaparates, interiores y demás se han ahorrado los adornos. Las luces de la villa que no falten aunque sean de un color azul Bilbao, el color de la villa, y siempre por la Gran Vía, por otros barrios no. No me preguntéis el por qué, no lo sé. La gente está algo cariacontecida por las noticias de la pandemia y no se la ve demasiado animada.

Han aumentado mucho las necesidades de los ciudadanos del país. El número de familias en estado de pobreza, que no en riesgo, se han disparado por los efectos del frenazo económico. Se hacen colectas y se reparte entre los que más necesitan, no sé que ocurrirá el día que las limosnas disminuyan. Al fin y al cabo siempre se da de lo que sobra, y cada día nos sobra menos. Ahora para evitar el contacto y evitar contagios piden dinero, me huele muy mal esto del dinero. Sabiendo y conociendo el país a saber cuánto metálico se puede “perder” por el camino. Esperemos noticias.

Todos miran esperanzados 2021 como si cambiar un dígito del año nos resolviera algo. Vanas ilusiones, todo seguirá igual o incluso peor y probablemente se nos lance encima una tercera ola pandémica aunque creo que esto de las olas no deja de ser un cuento. Al fin y a la postre es el mismo virus que  por nuestros descuidos no acaba de desaparecer. Nos cuentan que ya llevamos unas cuantas mutaciones, se desconoce si las vacunas que vamos a empezar a recibir van a servir para el muevo virus. Para más detalles buscar un virólogo, no es lo mismo cepa que mutación, hasta ahí puedo leer. Por leer, he dejado de compartir viejas entradas porque quedan obsoletas, como la entrada de la Navidad que hice algunos años. Es increíble como pueden cambiar las cosas en pocos meses, esa entrada parece que me habla de épocas pasadas y tan solo hay una diferencia de pocos años.

Pasaré una noche tranquilo dándole el gusto a la muela, y como siempre Feliz Navidad a todos.

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