No hay tanto pan

La frase entera sería: “No hay tanto pan para tanto mantenido”, o, “No hay tanto arroz para tanto pollo”, como diría un afamado escritor. Todo esto viene a cuento de lo que poco a poco va cayendo con cuentagotas a cuenta de las “ayudas” que la U. E.1 nos va a dar a cuenta de la pandemia. Resulta que a partir del 2024 todas las carreteras en España, no solo las autovías y autopistas, van a ser de pago. Según el gobierno de Madrid nos van a imponer una tasa de entre tres y cinco céntimos de euro el kilómetro, así que los que me siguen desde la piel del toro que hagan números. Esta noticia la he contrastado en numerosos programas de la televisión, periódicos y demás, no es ningún bulo.


Billete de veinte euros con la Unión Europea cuándo estaba incluida Gran Bretaña

Desde hace ya muchas décadas tome el pulsos hacía esta especie de imperio comercial que es la U. E. No es por ponerme medallas, pero a estos de Bruselas siempre les veo venir. Hay comentaristas de salón que se les cae la baba cuando hablan de las bondades de nuestra U. E. y de como nos regalan el dinero. Pues siempre han estado equivocados o tal vez se les pueda denominar como voceros del Reino. A saber, todo el dinero que ha llegado de la U. E. a España siempre ha sido a cambio de algo, nunca ha sido gratis. Léase subidas de impuestos, modificaciones de leyes, mayor intervención del estado en asuntos privados, devolver lo invertido, y por supuesto, todo a costa del bolsillo del ciudadano.

Al grito de “El que usa o contamine que pague” ahora nuestros políticos se unen en tropel a una recaudación de impuestos que tenemos que pagar los de a pie, y todo esto viene a colación por el coladero que es el mal llamado cambio climático. Comenté en algunas entradas anteriores lo que pienso de esa falacia que es el cambio climático, más bien calentamiento global, y lo que nos iba a llegar a cuenta de todo ello, impuestos ecologistas para “detener” dicho cambio o cambios en el modelo de nuestra vida a cuenta de nuestro bolsillo, por supuesto. Pues con este impuesto ya llevamos unos cuantos, la subida del precio de los combustibles fósiles, gasolina y gasóleo; la electricidad e incluso el gas; ahora viene las carreteras y después ya veremos.

El problema de todo esto son los privilegios de unos políticos que no funcionan y que tienen una serie de privilegios que no les debería de corresponder. Por ahí deberían de empezar a cortar el grifo. Cada día en Europa la función pública, léase políticos, devora más presupuestos y aporta menos. Estamos creando una civilización de mantenidos, ver las cámaras de los congresos de distintos países vacías, y no por la pandemia, da mucho coraje. Además, las imágenes te las muestran tal cuál, sin ninguna clase de rubor o culpa. Ver que un país o una U. E. que sigue funcionando con la mitad de diputados y senadores debería de hacernos plantear muy seriamente el funcionamiento de nuestra Unión o país.

Cada día se recauda menos porque el ciudadano europeo gana menos, es una cuestión de proporcionalidad matemática. En vez de aflojar en sueldos y privilegios prefieren sangrar más al ciudadano para que estas nuevas oligarquías se mantengan con sus prebendas. La pandemia ha puesto en jaque a este primer mundo y han saltado muchas costuras por los todos lados sobre todo en España, un bichito nos ha sacado los colores. No quiero ni pensar lo que debe de estar ocurriendo en otros países que no son el llamado primer mundo, debe de ser un auténtico drama. Mientras nuestros políticos se guarecen de todo esto, y lo que está por llegar, la función pública se resquebraja a pasos agigantados; hospitales sin medios; juzgados sin personal o sobre saturados de trabajo; Osakidetza/Lanbide2 no responde, Ertzaintza3 sin medios o con más trabas para garantizar nuestra seguridad.

La gente está bastante desesperada porque el panorama que tenemos en el horizonte no es nada halagüeño. Supongo que los ERTES4 se convertirán en ERES5. Por cierto, el dinero que nos llegue dentro de algún tiempo, así lo esperamos, será tarde para todos aquellos que hallan cerrado sus negocios ya que la ayuda solo será para todos aquellos que tengan su negocio en funcionamiento y que cumplan con ciertos requisitos. En España tenemos muchos negocios en B, no declarados, y esos no podrán demostrar nada de nada por lo que no podrán acceder a dichas ayudas. Por acabar y ya me alargo demasiado, veremos cuanto dinero se queda por el camino o va a parar donde no debe que en este país ya llueve sobre mojado.

La conclusión es la frase inicial de la entrada, no hay tanto pan para tanto mantenido. La función pública debe de adelgazar, y no me refiero a los funcionarios de ventanilla, médicos, policías, administrativos y demás; me refiero a los políticos y lo que incluso algunos ganan después de dejar la política por su función pública, liquidaciones, sueldos de ex y demás. Lo que hagan después con su vidas y trabajos son asunto de ellos, no lo juzgo, tan solo es criticable su función pública.

Nada más por ahora, saludos a todos.

Bilbao, 6 de mayo del 2021.

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1Unión Europea

2Seguridad Social en el País Vasco

3Policía local del País Vasco

4Expedientes de Regulación Temporal de Empleo

5Expediente de Regulación de Empleo


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