Empacho tecnológico

He comentado varias veces en este blog en alguna que otra entrada sobre las posibles consecuencias de tanta tecnificación o de tanto apoyo en la tecnología. Pues esas consecuencias ya se empiezan a notar. lo veo día a día en mi que hacer diario. Personas que pagan un café, uno euro con cincuenta céntimos, con tarjeta de crédito o con el móvil; otros utilizan Bizum para pagar ciertas compras. Si queremos conseguir alguna clase de certificado no te dirijas ya a la oficina pública correspondiente, pídela vía on-line entrado en el portal web de la pertinente administración pública. La declaración de la renta o IRPF se hace on-line y no de forma presencial, las reclamaciones si las hubiera vía on-line o teléfono si es que alguien te cogen la llamada.

MI modesto escritorio

La banca en este país ha cerrado el cincuenta por ciento de las sucursales dejando en la calle a más o menos la misma cantidad de trabajadores. Además, el horario de oficina para ciertos papeleos lo han reducido en algunos casos hasta las once de la mañana. Colas interminables se apiñan en las puertas de las sucursales con personas esperando turno para ser atendidas por una solitaria cajera, que no tiene culpa de nada, por cierto. Por ello entre otras causas todo el funcionamiento de la banca se está volcando también de manera on-line, creo recordar que además hay algún que otro banco que anuncia que no tiene oficinas en las ciudades, las tiene en Internet, banca virtual.

Otro problema que tiene que ver con la tecnificación es la falta de ella. Si vives en lugares en dónde no se puede acceder porque estos servicios no llegan al final los habitantes se van yendo. El problema se ve en este país en lo que se ha denominado como la España vaciada, pueblos del interior que se quedan sin habitantes porque emigran a las capitales ya que en ellas encontrarán mejores servicios como internet, asistencia médica, banca y todo aquello que se necesita hoy en día para vivir. No es una migración por motivos laborales como ocurrió en los años sesenta y setenta del siglo pasado, se realiza porque en dichas ciudades se tiene mejor acceso a lo anteriormente mencionado. Es como un pescadilla que se muerde la cola, las empresas de servicios tecnológicos y otros (oferta) no llegan a estos pueblos porque no hay el número suficiente de habitantes (demanda) para mantener una rentabilidad de servicio teniendo que abandonar algunos habitantes, los más jóvenes casi siempre, estos lugares por no poder acceder a ciertos servicios que solo existen vía internet. En estos pueblos por ello deja de haber cajeros automáticos, sucursales bancarias, servicio de telefonía y demás.

El problema de todo esto es para los de siempre, personas mayores principalmente que se encuentran totalmente vendidas porque el banco más cercano se encuentra a varios kilómetros de su vivienda o falta de acceso a Internet por no tener conexión, y si la tienen bien porque no saben o porque desconocen como se mueve ese mundo. Todo esto lo estoy viviendo con mi madre, por mucho que quiera seguir todo esto le resulta imposible entender como se paga con un móvil o como poder acceder a algún sitio con este PC, todo ese trabajo recae sobre mis espaldas, que son bien grandes por cierto.

Sufrimos un empacho en lo referido a la tecnología que quizás dentro de algún tiempo lo tengamos que vomitar. Si creemos que la tecnología nos va a resolver nuestros problemas o a facilitarnos las labores creo que no andamos demasiado bien encaminados. Hay personas y sobre todo las de más edad que pueden quedarse fuera de todo esto, y si además por circunstancias no puedes acceder a la red entonces estás fuera de sitio en lo que a la vida actual se refiere, por lo menos en occidente. Si decides existir tienes que estar en Internet, esa es la regla de juego principal hoy en día.

Esto ha sido todo por hoy, esperando que sigáis conectados un saludo a todos. Hasta la siguiente.

En Bilbao a 14 de septiembre del 2021.

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