Imponderables

Cuando era chaval era asiduo a la lectura de tebeos, llamados cómics al otro lado del charco, pasaba horas enteras leyendo las andanzas de distinto héroes y sus ayudantes que casi siempre acaban bien, como  suele ser en esta clase de imprentas. Aunque parezca mentira saqué bastantes enseñanzas de todas estas lecturas, precisamente hubo un frase hecha por el que narraba la historia de lo qué era la planificación humana. Resulta que en el tebeo, de los que ya no me queda ninguno no he sabido guardarlos, el protagonista, un pirata, hacia planes para invadir una pequeña isla con su pequeña flotilla y con ese empeño se hizo a la mar. Durante la narración se cuenta que una tremenda tormenta, probablemente un huracán, se encargó de hundir casi la totalidad de su enclenque flota. Hubo una frase que no sé por qué circunstancias se me quedó grabado a fuego en la mente, “El hombre propone y Dios dispone”. 

Mi escritorio ordenado

Esta clara cuál es la enseñanza de esta línea, por mucho que te empeñes en hacer planes existen distintos inconvenientes que puede que lleven al suelo tus ideas teniendo que tragarte todo lo planificado hasta el momento. Este pequeña reflexión viene a colación por lo que me está pasando en estos momentos. Os comento, resulta que la persiana de mi habitación se ha estropeado teniendo que quitarla entera y descubriendo en el cabezal de la ventana de la fachada una especie de aluminosis, o algo así. Ahora esperamos distintos presupuestos para arreglar la avería, es un tema de comunidad luego supongo que habrá que hacer alguna reunión. Supongo que el asunto va para unas semanas.

Al final lo que resulta es que tengo la habitación dónde está el escritorio abierto de par en par al mundo, sin persiana y sin cortina se ve todo el interior desde fuera. Yo que me creía muy feliz por todo lo que estaba haciendo resulta que vivo una especie de gran hermano sin quererlo ya que sin persiana ni cortina se ve todo lo que hago, por no decir que cuando el sol pega de lleno es imposible estar delante del computador. Es difícil prever los problemas, pero cuando vienen te desencajan todo la planificación que has hecho hasta el momento como un huracán que se abate sobre tu pequeña flotilla desencuadernando todo lo planificado hasta la fecha. Además tendré que apartar el escritorio cuando empiecen las reparaciones quedándome probablemente unos días sin poder compartir, un pc portátil en estos momentos me vendría pero que muy bien.

Mientras tanto sigo con mi día a día ahora con el nuevo escaparate que tengo, para que no digan que no soy transparente. Un saludo a todos.

En Bilbao a 21 de septiembre del 2021.

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