Publicar por publicar II

Siguiendo en línea de la entrada anterior, publicar por el mero hecho de publicar es negativo. A parte de dedicarme a esto también me dedico a leer ensayos, ver vídeos, escuchar música y seguir a algunos streamers, o como se escriba. Me doy cuenta que con el paso del tiempo se dedican a repetir los mismos contenidos o a escribir el mismo guion pero de manera distinta. El hecho de estar mucho tiempo, casi a diario, publicando hace que te vacíes de tu contenido interior no teniendo nada más que compartir con tus seguidores lo que te produce una reiteración de lo mismo una y otra vez.

Color azul en toda la imagen

Más de una vez he intentado entender a cantantes, escritores, ensayistas, actores, y no sigo porque la lista se puede hacer muy larga, por qué tardaban tanto tiempo entre las publicaciones de sus trabajos, ahora me doy cuenta de ello. No es nada fácil aportar a tu audiencia contenido nuevo, canciones, novelas, ensayos, teniendo que dejar espacio entre trabajo y trabajo. Además de saturar en demasía a tus seguidores no tienes tiempo para poder tomar calma y distanciarte un poco de todo. Tiene su contraparte y es que tampoco hay que estar alejado demasiado tiempo porque te pueden olvidar, conozco algún caso. También conozco el caso de un grupo musical español que tuvo mucho éxito en su trabajo y casi sin dejar descansar su anterior trabajo publicó uno nuevo que pasó sin pena ni gloria, lo curioso del tema es que no han vuelto a levantar cabeza.

El problema de los creativos de hoy en día es que parecen que tienen que estar todos los días dando el cayo con los pertinentes problemas de tiempo y saturación. Pienso que no debe ser así, los grandes autores destacan por tener pocas obras pero de gran calado. El agobio que debe de suponer estar casi los siete días de la semana en pantalla o en la red, como prefiráis, debe de ser enorme. Vivimos una época dónde creo que se sobre expone a la gente prácticamente sin ningún control. La presión con la que deben lidiar estas personas con todo debe de ser enorme porque los canales que emiten son de autor, es decir, o tú haces el programa o no hay programa. Por hacer una comparativa no es lo mismo un programa de televisión que puede ser presentado por casi cualquier profesional del medio que hacer estos directos. Cuando en internet te conectas a uno de estos canales vas a ver al autor y sí no, no te conectas, así de sencillo.

Este quizás sea la mayor ventaja y la mayor desventaja que tienen estas nuevas profesiones, o ves al autor o te vas a otro sitio ya que lo que quieres ver no es el programa sino a la persona, hombre o mujer, que emite el programa. La inmediatez que tienen las nuevas tecnologías es enorme y debemos de lidiar con todo ello. Saber dotar de variedad y de amplio contenido a tu canal es complejo requiriendo mucho esfuerzo y muchas horas de trabajo fuera de las miradas inquisidoras de tus seguidores. Este es otro punto interesante, el tiempo que empleas a la hora de preparar la entrada de tu canal o de tu blog fuera de los horarios de tu supuesto trabajo. Creo que la gente se asustaría si se enterase del tiempo que se emplea para ello, a veces la ignorancia es la mayor de las felicidades.

Así que ahora me tomo mi tiempo e intento no saturar a nadie con mis trabajos de creación, ensayos sobre todo. No publico por publicar, prefiero la calidad a la cantidad y que el contenido sea algo fresco y nuevo aunque creo que los que me siguen ya saben de que pie cojeo. Respecto a los vídeos de YouTube sigo estudiando el tema, estudiaré que publico, no he abandonado el canal. Los relatos, ensayos y demás reiterarse no importa demasiado, es curioso que lo escrito te puedes repetir varias veces sin que el lector se canse pero con los vídeos no. El tema audiovisual es distinto a todo en todos los aspectos, veremos.

Es curioso que halla encontrado otra entrada escita en el año 2019 hablando de un tema parecido. Comparando las dos entradas uno se da cuenta de todo lo que he evolucionado en este trabajo.

Nada más por ahora, un saludo a todos y cuidaros. 

Bilbao 22 de noviembre del 2022.