Amor de madre

Si los seres humanos tenemos a alguien especial en nuestra vida esa persona siempre será nuestra madre porque evidentemente madre solo hay una, pero padre puede haber unos cuantos. Que nadie piense mal, incluso si somos personas adoptadas también el dicho se cumple. También se dice que “madre solo hay una y a ti te encontré en la calle, o en las redes sociales”, se tendría que añadir. A pesar de los años que tengo, y ya son más de cincuenta, la mamá siempre está pendiente de todo, y creo que seguirá así hasta el día que cierre los ojos como ella suele decir.

-Lleva paraguas que está lloviendo -me ha dicho hoy antes de salir a la calle.

Me había percatado de ello, pero nunca se cansa de recordármelo.

-¿Te has mojado algo? -me preguntó al volver a casa.

Siempre pendiente de lo que hago, por dónde estoy y con quién hablo. No es control lo que ejerce sobre mi aunque lo parezca, simplemente es lo que ella cree que debe de hacer. La verdad es que a pesar que entiendo lo qué hace y por qué lo hace me resulta cansino ya que se hace lo que se hace por la época en la que vivimos y porque ya soy mayorcito para hacer lo que crea conveniente aunque pareces ser que ella no se da por enterada.

Margaritas en agua

-Péinate un poco antes de salir que menuda pinta llevas -suele comentarme cuando me ve ya con los zapatos puestos para marcharme.

-Estoy perfectamente peinado -suelo replicar.

La verdad es que siempre está pendiente de los detalles y aunque no la haga ni caso no se cansa de ello. Creo que todo esto viene por la cultura y la educación que recibió en su momento, épocas dónde las mujeres se las educaban para ser solo amas de casa y madres perpetuas. Mi madre es el ejemplo extremo de esa educación. Cuando mi padre vivía, mi padre fue un hombre enfermo los últimos veinte años, siempre estuvo pendiente de él. Otra característica de épocas pasadas, ahora nadie aguanta un peine a nadie. Ahora pretende hacer lo mismo, no cuidar a una persona enferma, no os confundáis, pero la edad la vence. Ya va camino de los ochenta años y todo eso se nota, y mal que la pese no puede seguir el ritmo.

-Ponte un jersey, que el google me pone que ha bajado la temperatura -dice cuándo hace frio, google lo dice tal cuál.

Bueno, cosas por este estilo es lo que hace supongo que para autoconvencerse de que sigue siendo madre y que la sigo necesitando. Os comento que no lee estas líneas y que no sabe lo que hago, no tiene capacidad para seguirme en redes sociales ni en nada de lo que hago. Como es normal a su edad todo esto le queda bastante grande así que no hay problema de que se entere, y si se entera tampoco pasa nada, me da lo mismo. Me conoce y sabe lo que opino de todo esto.

Tampoco creáis que me marca el ritmo o la vida, hago lo que me conviene y cuando me conviene así la tenga que escuchar todo el día. No me compra ropa, eso lo hago yo. Me suelen preguntar si me molestaría que mi madre rehiciese su vida con otro hombre. La respuesta es siempre la misma, mi madre no necesita rehacerse la vida porque no la tiene desecha, pero si sale con otro hombre no tendría ningún problema. ¿Lo haría? Supongo que no, por las mismas circunstancias que la marcan, la educación recibida. Han pasado casi tres años y aquí no viene nadie, es lo que hay y no porque ponga trabas, más bien al contrario siempre animo para que salga a dar un paseo a la calle. ¿Os cuento un chismorreo? Después de enviudar, mi madre estuvo pretendida por algún que otro jubilado, pero al final todos me venían con la misma cantinela.

-Una pena lo de tu madre -me decían todos.

No me especificaban por qué, pero ahí quedaba todo y se marchaban. Ahora está sentada en la butaca de la sala dormitando. Seguro que tiene el oído conectado para saber qué es lo que hago y por dónde voy.

-He sacado pasta para que la pongas a cocer -me ha dicho cuándo me he levantado para ir a otro lugar de la casa, y sigue con lo ojos cerrados en la butaca. 

En fin, amor de madre.

Todo esto por hoy, saludos a todos y hasta la siguiente entrada. Espero vuestros comentarios.

Bilbao, 23 de febrero del 2023.

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