El reloj del fin del mundo

Hace ya casi un año que empezó la invasión de Rusia contra Ucrania y las hostilidades continúan. Los rusos que se las creían muy felices han tenido que retroceder hasta casi el limite de su frontera, a pesar de ello los bombardeos contra la población civil han sido constantes y las ciudades ucranianas una a una están quedando arrasadas. Ucrania con la inestimable ayuda de Occidente ha sabido mantener el tipo y contraatacar en condiciones contra las posiciones rusas con el material vendido por Occidente. Desde hace un par de meses, desde la llegada del otoño para ser más concretos, las hostilidades se han detenido a excepción de los bombardeos con misiles. El General Invierno hace de las suyas y es mejor no moverse, si no que se lo pegunten a Napoleón o las tropas Nazis en la segunda Guerra Mundial.

No es el reloj del fin del mundo, pero podría valer

Ahora el presidente de Ucrania, Zelenski, ha solicitado tanques o blindados a Occidente para prevenirse ante una eventual ofensiva rusa. Los occidentales le han dado su voto afirmativo y han decidido mandar sus blindados. Los tanques Leopard alemanes o españoles junto con los De Gaulle franceses y los Abrams americanos entre otros muchos serán la nueva hornada de material bélico que se mande a Ucrania para su posterior uso en el campo de batalla o eso por lo menos es lo que dicen que luego cumplan es harina de otro costal, y es aquí dónde viene el problema. Occidente a dado un nuevo paso en la escalda militar contra Rusia, una cosa es mandar fusiles o lanza granadas, cascos o uniformes, a mandar un complemento bélico tan pesado como son estos blindados que pueden inclinar claramente la balanza de una batalla hacia el bando ucraniano. Naturalmente los rusos han dicho lo que se dice en estos casos, ningún problema Iván estamos preparados para  destruirlos a todos.

Bravuconadas de ambas partes a parte, creo que nos estamos dejando deslizar por una pendiente muy peligrosa. Cuando vas metiendo más presión a un conflicto de este tipo, y no eres tú uno de los contendientes, te estás involucrando cada vez más en algo que quizás no te convenga porque lo siguiente que va a hacer el presidente de Ucrania es pedir más, y así lo ha hecho. Ha pedido aviones, artillería y todo aquello que no tiene excepción hecha de un cohete a Marte. Los aviones parece ser que se lo están pensando muy mucho, algunos países han dicho que no, otros que sí. España no dice nada. Claro, no tenemos aviones de combate o los que tenemos no valen para mucho, que triste. Por lo que escucho parece ser que mandar aviones de combate es casi una declaración de guerra contra Rusia, a parte de que el despliegue de todo este material debe ser harto complejo y el aprendizaje y manejo de todo estos cacharros también. No opino si este material es de primera o de segunda clase, no es mi cometido. El problema vendrá cuando Zelenski pida tropas, que las pedirá, porque un tanque es relativamente fácil de sustituir, pero un soldado no. Entonces, ¿qué haremos? ¿Nos plantamos y agachamos las orejas y lo dejamos? O, ¿mandamos topas de la OTAN, NATO, metiéndonos definitivamente en un tercera guerra mundial? Alguien no está calculando las consecuencias de todo este lio, llegará un momento límite en el que tengamos que decidir qué hacer.

Por lo visto para entrar totalmente en guerra debes de mandar tropas propias, si mandas material bélico y las tropas las ponen los contendientes entonces no, ¿o sí? O cuál es el límite de material que se puede mandar, ¿tanques sí, pero aviones no? ¿Cuál es la diferencia? Mi conocimiento de estos asuntos es limitado. Si es un particular de cualquier país, el famoso tráfico de armas, ¿puede vender aviones sin que entremos en guerra? Y así podría seguir hasta aburriros. En fin, son las divagaciones de una persona sin conocimientos amplios de estos temas aunque como en todo voy aprendiendo. Lo que sí sé es que cada vez la tensión es mayor entre los contendientes y sus apoyos, cualquier error de ataque puede dar como consecuencia que algo caiga en territorio neutral, ha ocurrido y el temor fue muy grande, y desencadenar un conflicto mundial de consecuencias impredecibles.

El reloj del fin del mundo está a noventa segundos de las doce, y ahí se mantiene amenazante ante nuestros ojos. Noventas segundos que nos separan del apocalipsis mundial. ¿Seguiremos deslizándonos por esa terrible pendiente sin marcha atrás? O, ¿cuándo llegue el momento pararemos y asumiremos las consecuencias de nuestros errores como una Ucrania devastada para las generaciones venideras? A parte de las consecuencias económicas que sufriremos nosotros independientemente del bando que gane este conflicto. Decir ganar es un eufemismo ya que para mi en una guerra no hay bando vencedor, todo el mundo pierde. Si seguimos deslizándonos por la pendiente de la barbarie el reloj del fin del mundo seguirá avanzando ¿hasta dónde? No, perdón, ¿hasta cuándo? ¿Se podrá detener antes de que marque las doce? ¿Cuál es el límite? Treinta segundos … diez segundos … cinco segundos … un segundo … 

Un saludo a todos y hasta la siguiente entrada.

Bilbao, 31 de enero del 2023.


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