Toxicidades.

La calavera.

La toxicidad, persona tóxica, relación tóxica, son términos que últimamente se ha puesto de moda. Me ha venido a la cabeza por ciertas circunstancias que he tenido a lo largo de mi vida. Para empezar debemos de definir lo que es una persona tóxica, desde mi punto de vista es alguien que por alguna circunstancia no te deja avanzar en tu desarrollo personal o profesional. Pretenden ser el centro de atención de una manera continua menospreciando los logros que consiguen o intentan lograr los demás porque no solo no valora los logros sino que en la mayoría de sus posibilidades intentan evitarlos. Personas tóxicas las hay de todos los tipos y condiciones, no es algo que sea inherente a una raza, sexo, credo o religión, lo puedes esperar de cualquiera. Además, cualquiera de nosotros por circunstancias personales podemos llegar a ser tóxicos en algún momento de nuestra vida, al fin y al cabo no somos más que seres humanos.

Si esas personas perduran durante mucho tiempo en nuestras vidas pueden llegar a hacer mucho daño. De ahí viene el término de relación tóxica, es fácil darse cuenta de ello. Todos hemos visto a personas cercanas que cambian de personalidad cuándo hay alguien que se pone demasiado cerca de ellos durante demasiado tiempo. Acaban envolviendo a dichas personas anulándolas totalmente de tal forma que terminan siendo un mero monigote en sus manos, cuándo consiguen salir de esa situación tienen que rehacerse totalmente casi empezando de nuevo. El trabajo es otro lugar perfecto para dichas personas, y si son el ojito derecho del jefe para qué quieren más. Minusvaloran el trabajo de todos, son el centro de atención, te persiguen por la empresa como moscas cojoneras no dejando hacer nada. La duración de la relación tóxica es otra de las preguntas que me suelo hacer. Supongo que serán cuestiones de la mente de cada cuál, momentos de debilidad o de necesidad, quizás nos lleven a depender de esta clase de elementos durante cierto tiempo.

Otro asunto distinto es por qué abundan tanto y por qué se habla de generaciones tóxicas o sociedades tóxicas. Esta última cuestión creo que es debido más bien por la época en la que vivimos, no somos generaciones de carácter o de grandes personalidades. Mas bien, pienso que somos bastantes débiles o flojos de carácter, se habla mucho de un occidente pueril, adolescente e incluso infantil, lo que hace que esta clase de persona salga por todas partes. Ahora que lo pienso, las redes sociales son un caldo de cultivo perfecto para estas personas, el anonimato es perfecto para ellos. Además, de unos tres años a esta parte las redes sociales se han convertido en un lugar de batalla dónde las fakes news, noticias falsas, y otra clase de comentarios abundan por doquier. Se ha abierto la veda de la mentira y la difamación, difama que algo queda se suele decir. Las redes sociales han tomado cartas en el asunto y están haciendo una limpieza brutal de comentarios negativos u ofensivos contra la moral, la que ellos consideran, claro. No hacen distinción de nada ni nadie e incluso alguna vez, más de alguna, son retirados tuits o publicaciones que no ofenden ni son falsas. Lo que curiosamente produce el efecto contrario, más difamación y mentira, más cuentas denunciadas sin ton ni son por adversarios de no sé que tipo y por distintos motivos. La única red social de las que manejo en la que se está de una manera cómoda es Instagram, las demás están llenas de todo tipo de publicaciones y tuits capciosos. Una pena que las redes sociales se hallan vuelto tan tóxicas, pero aún así tenemos que estar en ellas. Pensándolo mejor, no son las redes las tóxicas, somos nosotros los que hacemos que las redes o nuestras relaciones sean tóxicas. Pero si hay problemas se bloquean perfiles y punto.

A lo largo de mi vida, y ya son cincuenta años, he conocido gente de todo tipo y la gente tóxica también ha llegado a mi. No es cómodo lidiar con ellos por los motivos antes comentados, incluso tuve una relación personal bastante tóxica con una mujer, enlace entrada, de la que gracias a Dios desde que escribí la entrada no sé absolutamente nada de ella. Por supuesto que mucho mejor para mi, no la hecho de menos. Éso sí, cuándo no hay personas tóxicas alrededor la tranquilidad es absoluta y total, Así que, ¡Dios nos libre de las personas tóxicas!

Si has vivido alguna relación tóxica me la puedes contar en los comentarios. Sin otra cosa que comentaros, una saludo a todos y hasta la siguiente entrada.

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