Tiempos convulsos.

Atardecer rojo.

Así es, tal y cómo yo lo veo. Son tiempos confusos, complicados, extraños los que nos ha tocado vivir a todos nosotros desde hace bastantes años. Además, todo esto se encuentra en todas las partes del mundo. Allá por donde eches la vista está todo muy revuelto. Algaradas y broncas por doquier, tensiones entre países que no saben por dónde andar, y en medio de todo estamos los ciudadanos de a pie que nos lo tenemos que comer totalmente a pelo. Unos ciudadanos bastantes despistados y desubicados.

Todo esto se inicia desde la crisis financiera de 2007/08 que tiró abajo una manera de hacer política y economía afectando a todo el orbe civilizado y a Europa sobre todo, y de la que todavía no hemos salido. A partir de ahí se modificaron los centros del poder económico mundial y en esas andamos todavía en el 2019 con la amenaza de otra recesión sobre nuestras cabezas, más bien sobre las cabezas de los europeos porque creo que en el resto del mundo no ocurre nada de esto. Como he comentado hace unas líneas sobre estas supuestas crisis no creo que sean precisamente crisis, son otros asuntos que me darían para unas cuantas entradas de mi blog, ya veré lo que hago.

Y aprovechando la situación y que el rio baja revuelto nos llegaron todas estas ideas de lo políticamente correcto, feminismo y cambio climático que todavía no entiendo hacía dónde nos quieren llevar. Nos son para nada nada de lo que venden, son otra cosa que de momento está por descubrir. Pienso que no son soluciones a nada de lo que está ocurriendo, pero son más voces en este pandemonium de confusión y gritos. Ahora son los populistas y el populismo los que en estos momentos copan las primeras planas de los periódicos y que encima acaban en la presidencia de sus respectivos países, Trump en los Estados Unidos de Norteamérica, Boris Johnson en Inglaterra, Bolsonaro en Brasil … y si alguien sabe de alguno más lo puede mencionar. En España la situación es bastante mala a nivel político, las cuartas elecciones en cuatro años y sin visos a que se pueda formar un gobierno estable en un corto espacio de tiempo. Veremos como acaba todo esto, pero tengo claro que los paganos vamos a ser nosotros, los ciudadanos.

Ahora todo está en entredicho, logros pasados y presentes son puestos en tela de juicio por una serie de personas que buscan más el lucimiento personal que la búsqueda de la objetividad, ya nada es válido lo que tiene como consecuencia la perdida de referencias que podrían sernos útiles para nuestro desarrollo como sociedad y civilización. Por seguir hurgando en la herida, seguimos funcionando con mentalidades e ideas del siglo pasado ante un presente que nadie se esperaba dejándonos un futuro completamente incierto. Vivimos con unas ideas políticas del siglo XIX, una religión del siglo XV y una tecnología del siglo XXX. Así que nos movemos sin un rumbo definido y dando bandazos lo que produce una especie de barra libre dónde todo vale y todo sirve.

A nuestra generación, me refiero a la que a mi respecta, no nos han preparado para todo esto. Lo pasamos mal porque hemos vivido y experimentado otras situaciones que no son en las que ahora nos encontramos, la frustración es grande. Nos definieron como la generación perdida, y no les falta razón. Todo aquello que hemos vivido a lo largo de nuestra vida está desapareciendo a marchas forzadas, casi no queda nada. Lo entiendo porque es ley de vida, y así debe de ser, pero mucho me temo que me encontraré dentro de pocos años en un mundo totalmente distinto al de ahora y prácticamente fuera de sitio. Ya somos náufragos analógicos en un océano digital, todo sucede muy deprisa y apenas nos enteramos de lo que ocurre. La educación que recibimos apenas nos sirve para enfrentarnos a este día a día tan convulso, con tantos cambios, con tanta indefinición en todo que nos proyecta una realidad difícil de digerir y a la que nos enfrentamos a duras penas.

He leído por ahí que vivimos en un punto de inflexión en la historia humana, y que nos ha tocado a nosotros. Solo nos queda esperar y adaptarnos lo mejor que podamos a lo que venga, esperemos.

Bueno, por ahora es todo. Un saludo a todos, y hasta la siguiente entrada.


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